Ferrari conquista Las Américas

Ferrari conquista Las Américas




Leclerc fue el más listo; Sainz, el más paciente; y Ferrari, el más inteligente. Y de esa bendita combinación surgió un meritorio doblete para el equipo italiano en el circuito de Las Américas.

Norris tiene un problema. Y no es un problema menor. Se aturulla en las salidas. En ocasiones arranca tarde y cuando quiere reaccionar ya se lo ha comido los lobos. Habitualmente, Verstappen, el jefe de la manada. Ayer, en cambio, Lando salió bien. Pero la alegría le duró lo que tardó en afrontar la primera curva. Allí, el lobo holandés se le echó encima, abrió las fauces, y el joven inglés, tembloroso, intentó defenderse.

Unos metros detrás, atento, Leclerc supo atisbar el hueco preciso para colarse y, en un visto y no visto, con la elegancia de un lince, se plantó en cabeza. El peor parado de esta refriega inicial fue Norris, que salía en la pole y perdió tres plazas.

Tras el avispado Leclerc, Verstappen y Sainz batallaron durante un par de giros. Pese a no tener DRS, ganó Verstappen. Carlos no se desanimó. Primero tuvo que lidiar con un par de amagos de averías. Una de ellas, alarmante, pues el madrileño informó por radio de un «fuerte olor a gasolina». Afortunadamente, todo quedó en nada, así que Carlos y Ferrari abrieron el cuaderno de los planes extraordinarios y se pusieron a estudiarlo.

Sumaron tiempos, restaron vueltas y el resultado salió solo: adelantar la parada y el consiguiente cambio de neumáticos. Sainz circulaba tercero cuando entró en su garaje en la vuelta 22. Regresó a la pista en quinta posición, con gomas duras nuevas y sabiendo que, en condiciones normales, le acababa de birlar la segunda plaza al señor Verstappen sin necesidad de jugarse el tipo. Maniobra maestra de la ‘Scudería’.

Más atrás, una imagen icónica y retrospectiva: el coche de Lewis Hamilton atrapado en la grava después de cometer un error y salirse. Qué recuerdos de aquel GP de China de 2007, de aquel Mundial a sangre y fuego donde los cuchillos entre el inglés y Fernando Alonso volaban en el interior del equipo McLaren.

Pero Alonso no está para historias. Volvió a padecer otra carrera infame. Resulta repetitivo dudar otra vez de la capacidad de Aston Martin para mejorar el coche, pero después de casi un mes sin carreras, se supone que trabajando a destajo en la fábrica, ¿cuándo va a llegar alguna pieza que le dé otro aire al bólido verde. Es desesperante ver a sus dos pilotos sudar la gota gorda en batallas por las migajas del pelotón de cola. Y, fruto de todo ello, el asturiano acabó decimotercero. Habrá que seguir esperando tiempos mejores.

Fuente: www.abc.es