El oro sube un 0,8% y firma un máximo histórico en los 2.700 dólares
El metal precioso se revaloriza un 2% en la semana
MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) –
La onza de oro troy, activo refugio por antonomasia, registraba en la mañana de este viernes un alza de un 0,8%, hasta firmar un nuevo máximo histórico en los 2.714 dólares, en un contexto marcado por la decisión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que ayer volvió a recortar los tipos de interés en un cuarto de punto.
Según los datos del mercado consultados por Europa Press, el oro finalmente ha conseguido conquistar la cota de los 2.700 dólares después de haberse quedado ayer a las puertas de conseguirlo, en tanto que hace un mes también lo intentó y se quedó al filo de ese nivel.
En paralelo a la decisión del BCE, que ha dejado las tasas de referencia al 3,25% y el mercado espera que se vuelvan a recortar los tipos en la reunión de diciembre, los inversores anticipan que la Reserva Federal (Fed) recorte a su vez de nuevo los tipos de interés antes de que acabe el año.
Asimismo, el oro también ha encontrado otro apoyo alcista estas últimas semanas en el aumento de las tensiones entre Israel, Líbano e Irán.
Cabe destacar que, en lo que va de año, el oro acumula una revalorización de un 31%. En la presente semana, el alza acumulada es de un 2%.
La actual tendencia alcista del metal precioso se enmarca en el vigente ciclo de flexibilización monetaria, toda vez que el Banco Central Europeo (BCE) ha recortado por tercera vez los tipos en lo que va de año y la Fed recortó los suyos en septiembre con un descenso de medio punto porcentual (el mercado se debatía entonces si el recorte se iba a limitar a un cuarto de punto), dejando las tasas de referencia en el rango del 4,75-5%.
«Este contexto económico global, con señales de debilidad en las principales economías y la posibilidad de una relajación monetaria, ha hecho que el oro se consolide como una opción de refugio para los inversores», ha apostillado en un informe el analista de mercados de IG, Sergio Ávila.
Cabe destacar que el oro y el dólar mantienen, según la teoría clásica, una correlación inversa, ya que cuando baja el ‘precio del dinero’ (los tipos de interés) son necesarios más dólares para comprar lingotes, en tanto que una política monetaria dura presiona el precio del metal.
Al hilo de este último punto, Bank of America (BofA) pronosticó a finales del pasado junio que la cotización de la onza de oro troy escalase hasta los 3.000 dólares en un plazo de 12 a 18 meses por la confluencia de varios factores, entre los que sobresalía la demanda del metal precioso por parte de los bancos centrales.
CONTEXTO DEL ORO: SUBE UN 48% DESDE OCTUBRE DE 2023
La cotización del oro resurgió con fuerza por el regreso a primer plano del conflicto palestino-israelí, en tanto que desde el pasado 7 de octubre -día del ataque de la milicia islamista Hamás sobre territorio israelí- el metal acumula una revalorización de un 48%.
De esta manera, impulsado por los riesgos geopolíticos y la compra masiva por parte de los bancos centrales, el oro alcanzó a principios de diciembre de 2023 una nueva cota para sus registros históricos por encima de los 2.100 dólares y siguió perforando cotas hasta alcanzar los 2.450 dólares el pasado mayo.
Con la llegada del verano, el oro inició una considerable tendencia alcista, todavía vigente, al son de las perspectivas de recortes de los tipos de interés por parte de los principales bancos centrales; de hecho, desde finales de junio la subida acumulada es de casi un 20%.
Anteriormente a esa racha alcista, la última vez que el oro cotizó por encima de los 2.000 dólares fue en mayo de 2023 por la tensión en el conflicto ucranio y los coletazos derivados de la crisis de la banca regional estadounidense, así como la quiebra de Credit Suisse del pasado marzo, de tal manera que su valor alcanzó un valor de 2.063 dólares a principios de ese mayo del pasado año.
Con todo, el anterior máximo histórico del oro se produjo el 7 de marzo de 2022, cuando la onza tocó los 2.075 dólares, por el comienzo dos semanas antes de la invasión rusa de Ucrania. A su vez, también rondó esos niveles en agosto de 2020 tras el estallido de la pandemia.