la flor que también germina en los colegios

El intento de la organización y la Delegación de Educación e Infancia del Ayuntamiento de Córdoba sólo ha conseguido inscribir a cinco centros de toda la zona histórica que estos días han estado trabajando a muchas manos entre docentes y escolares para que la llama creativa también germine en sus patios y clases.

Los cinco participantes de toda la faz del Casco han sido el colegio Jesús Nazareno, las Francesas, Nuestra Señora de la Piedad, Santos Mártires y Espinar. Todos ellos han acudido al llamamiento de la organización del festival con el objetivo de competir y ser uno de los tres ganadores, según las bases, tras el escrutinio de un jurado cuyo resultado se conocerá hoy mismo y después los centros educativos abrirán sus puertas desde el 18 y hasta el final del Flora en horarios compatibles con las clases para que el público en general pueda contemplar estos trabajos.

ABC acompañó ayer al jurado en uno de sus itinerarios de evaluación en el que iban conociendo cada instalación y conversando con sus responsables del colegio acerca de sus montajes respectivos. «Flora llevaba años queriendo que participen los colegios y en esta primera ocasión hemos adaptado las normas que rigen a los artistas en sus instalaciones para que participasen también los niños», indicó la responsable del jurado y miembro del departamento de coordinación de Flora, Paula Prieto.

«Les comentamos la temática del festival, este año multiespecie, por si les sirve de inspiración; y les indicamos que, además de material floral, que puede ser muy complicado, pueden usar materiales reciclados u otros elementos más fáciles. Por último la obra debe representar también la identidad del colegio», detalló.

El colegio Jesús Nazareno ha presentado la instalacion ‘Floreciendo sueños’, basada en el girasol, planta simbólica del Padre Cristóbal, fundador de las Hermanas Hospitalarias que impulsaron el centro educativo de San Agustín. Y es que se le conoció popularmente como el ‘girasol de Dios’ porque su vida giraba en torno a él. «Tenemos un tapiz de sal natural teñida sobre la base de un dibujo, muestras de plantas de la provincia, y los sueños de los niños alrededor, escritos en pequeños papeles», explicó su directora, Alicia Mascort.

Debido a la lluvia, el colegio Las Francesas tuvo que cambiar su proyecto de un patio al aire libre a una zona cubierta justo tras el patio de entrada. Y encima, parte de su trabajo pretendía, mediante ‘compact disc’, reflejar la luz del sol para iluminar una bola del mundo. Estos días nublados no han sido por tanto el mejor aliado para la instalación llamada ‘El alma de los elementos: tierra, aire, agua y fuego’. «Intentamos representar una vuelta a las raíces y una necesaria pausa para descansar y cuidar de la naturaleza», especificó la tutora de quinto curso de Primaria, Cristina Ortega.

«Las especialistas en artística han sido las guías de una obra que combina flores, con botellas y envases», detalló, por su parte, la profesora de Infantil del colegio Nuestra Señora de La Piedad, Carolina Roldán. Esta obra es una reivindicación clara por la reutilización, el reciclaje y la protección de la naturaleza situada en uno de los bellos patios del recinto de la plaza de las Cañas.

El colegio que verdaderamente ha aprovechado su patio, hasta hacerlo protagonista, es el colegio Santos Mártires (San Basilio). Su instalación, ‘El patio mágico’, aprovecha tres árboles centenarios como un naranjo limonero, una palmera y un ficus, además de los diversos rincones de un patio antiguo lleno de recovecos y posibilidades.

«Hemos creado seres extraños, utilizado piñas decoradas, material natural como hojas de ficus o fruto del brachichito que cogimos de al lado de la Cruz Roja, botellas recicladas, mariposas, nidos de pájaros etc, para conseguir esa idea de que el lugar es mágico», indicó la maestra de Infantil Asunción Taguas.

El jurado visitó a todos los colegios el miércoles, salvo al Colegio Espinar, que contó con su particular análisis el martes. La directora pedagógica del centro, Mari Carmen Algar, señaló ayer a este periódico que la obra del lugar, centrada en un árbol, se basa en el logo del colegio, precisamente un lápiz con forma de árbol: «Hemos querido simbolizar el concepto de la educación entendida como vida, desde que los niños pequeños son semillitas cuando llegan al colegio, y crecen y florecen gracias al conocimiento».