Paloma Sánchez-Garnica gana un Planeta sin sobresalto mediático

Paloma Sánchez-Garnica gana un Planeta sin sobresalto mediático




Un año sobresalto, al siguiente normalidad. Como en una yenka bien sincronizada, el Planeta da por buena esa tradición que se ha inventado sobre la marcha y que, parece, consiste en alternar ganadores de bombo y platillo con nombres algo más discretos pero de innegable solvencia comercial. Ocurrió con Luz Gabás, relevo en el podio de los Carmen Mola, y ha vuelto a ocurrir esta noche cuando Paloma Sánchez-Garnica (Madrid, 1962) ha recogido de manos de los Reyes el galardón que un año antes había distinguido a la presentadora y periodista Sonsoles Ónega.

A su lado, la casi debutante Beatriz Serrano, treinta y cinco años y sólo una novela publicada hasta la fecha, ha completado como finalista la dupla galáctica de un Planeta plácido y redondo. Un premio a lo conocido y reconocido con el que el gigante editorial barcelonés celebra su 75 aniversario con dos autoras de la casa y empieza a festejar una temporada que, según avanzó el lunes el responsable del área de librerías del Grupo Planeta, será histórica y romperá el techo de venta de libros en España.

A la celebración se ha sumado también Don Felipe, quien además de entregar el galardón junto a la reina Letizia, ha querido felicitar al grupo editorial por su contribución «a las redes de intercambio cultural y educativo con otros países europeos y, de manera muy señalada, con los países hermanos de Hispanoamérica e Iberoamérica».

«La lectura es esencial para formar ciudadanos libres. Leer da forma a nuestra imaginación, a nuestra comprensión del mundo, a nuestro espíritu crítico. Inculcar ese hábito, enseñar a disfrutar de ese placer, es el mayor regalo que podemos hacer a las generaciones futuras. Porque nunca estaremos solos si al lado tenemos un buen libro», ha dicho el Rey después de recordar al chileno Antonio Skármeta, fallecido pocas horas antes y ganador del premio en 2003, y de citar las palabras de Mario Vargas Llosa al recoger el Nobel de Literatura en 2010: «Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida».

‘Victoria’ es la obra con la que Sánchez-Garnica se suma al panteón del Planeta y al club de las novelas del millón de euros, dotación que acompaña al galardón desde que el grupo editorial decidió tirar la casa por la ventana en 2021 y casi duplicar los 601.000 euros que embolsaba el ganador. Ese mismo año, la escritora madrileña ya quedó finalista con ‘Últimos días en Berlín’, y ahora repite podio, esta vez en lo más alto, con una historia con visos de secuela.

Así, si la novela finalista se enmarcaba entre la Revolución rusa y la Segunda Guerra Mundial, ‘Victoria’, presentada al premio con el título de ‘Buenas noches y buena suerte’, conecta el final de la Segunda Guerra Mundial en Europa con la discriminación racial en Estados Unidos. ¿La trama? En el Berlín derrotado tras la Segunda Guerra Mundial, Victoria se ve obligada a partir a Estados Unidos para ejercer de espía de los rusos, donde vivirá una tierna de historia de amor; de vuelta su ciudad, se convierte en una famosa locutora de radio, logra reunirse con su familia y vivir en directo la construcción del muro.

Con el Planeta, Sánchez-Garnica no hace más que consagrarse como superventas de raza (‘La sospecha de Sofía’, de 2019, suma ya una veintena de ediciones) y valor seguro a la hora de entrelazar novela e historia. Con ‘Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido’ obtuvo el Premio de Novela Fernando Lara 2016 y ‘La sonata del silencio’, de 2014, se convirtió un par de años después en exitosa serie de televisión.

Objetivo: hacer lectores

En 2021, cuando el huracán Carmen Mola amenazó con engullirla y opacar su segundo premio, la escritora hizo todo lo posible por relativizar la polémica y recordar que, después de todo, el objetivo del Planeta siempre ha sido el mismo. «No se ha hablado tanto del premio en la vida. El ruido, al final, es marketing. Se ha creado una expectación. Y ahora está en manos de los lectores. Que vayan a esa novela y digan ‘es buena’. Y luego pueden ir a la mía. O al revés. Se trata de hacer lectores. La base del Planeta es, sobre todo, hacer lectores», explicó en una entrevista con ABC. Y aunque el revuelo quizá no sea tanto, lo que servía para ‘La Bestia’ sirve ahora para ‘Victoria’. Y también, claro, para la novela finalista.

Porque, a diferencia de Sánchez-Garnica, la finalista Beatriz Serrano (Madrid, 1989) es poco más que una recién llegada. Periodista de ‘El País’, se estrenó el año pasado con ‘El descontento’, una desopilante y mordaz sátira sobre el mundo laboral que no tardó en causar sensación: su traducción al inglés se vendió por seis cifras en la Feria de Londres y se prevé que en 2025 en libro llegue a Alemania, Francia, Italia, Países Bajos y Hungría.

Para entonces, Serrano andará ya promocionando ‘Fuego en la garganta’, obra finalista y novela «de crecimiento personal», en palabras del jurado, en la que una chica traumatizada por la desaparición de su madre se relaciona a través de chats de Internet y descubre que tiene poderes sobrenaturales. «Novela iniciática en la que la protagonista recorre la década de los noventa y los primeros años del siglo XXI. Hija de una mujer condenada por la sociedad de la época y el hecho de sentirse diferente, Blanca se convierte en una adolescente que se rebela contra el abandono que sufrió en su infancia», leemos en la sinopsis de la novela, presentada con el título de ‘Milagro’ y bajo el pseudónimo de Eutropio.

Fuente: www.abc.es