Diego Llorente no será sancionado por sus palabras tras el derbi Sevilla

El Comité Técnico de Árbitros (CTA) no denunció sus manifestaciones a la conclusión del partido en el Ramón Sánchez Pizjuan, donde el equipo bético perdió por la mínima (1-0) a raíz, precisamente, de la pena máxima señalada contra el jugador verdiblanco por una mano dentro del área cuando bajaba de un salto y estaba de espaldas. Martínez Munuera consideró punible la acción y a las protestas del central respondió el trencilla con gesticulación explicándole que llevaba los brazos levantados, algo que no se ajustaba a la realidad y que Llorente le recriminó en sus declaraciones posteriores.

Minutos después de acabar el partido, Llorente expuso sin tapujos su malestar destacando que el árbitro se había equivocado «tremendamente en el penalti». «Acabo de ver la jugada por televisión -dijo-. Yo estaba de espaldas, en esa jugada mi brazo derecho, que es donde me pega, va hacia abajo y no hacia arriba como él dice que se ve en las imágenes. Encima nos miente a la cara. El VAR no le llama. Es una herramienta para eso, para que vaya a verlo. Si el VAR no le dice nada… Yo creo que en el campo pueda ver que estaba así o asá pero no estaba así con los brazos. Es imposible saltar con los brazos pegados».

Al no haber denuncia arbitral, al futbolista no se le abre expediente extraordinario y, de esta manera, elude la posible sanción por «declaraciones sobre los miembros del colectivo arbitral», que conllevan, según el régimen disciplinario, una sanción mínima de cuatro partidos y máxima de doce. Esto supone un tremendo alivio para el Betis, que tiene en Llorente a uno de sus jugadores más destacados del tramo inicial de la temporada y es un fijo en el esquema de Manuel Pellegrini.