¿Cuánto peso tienen las empresas españolas en Argentina?
La presencia de empresas españolas en Argentina ha ido variando en las últimas tres décadas en función de la economía del país sudamericano y las medidas llevadas a cabo por sus distintos Gobiernos. Ahora, con el conflicto diplomático abierto entre Argentina y España, surge la duda de si este será un capítulo que pueda repercutir negativamente en estas compañías.
Actualmente, hay 117 empresas afincadas en Argentina, según datos de ICEX España a los que ha podido acceder RTVE.es. Se dedican a sectores como la banca, los hoteles, las telecomunicaciones, el transporte aéreo y la alimentación, y todas ellas suman una inversión acumulada de más de 18.000 millones de euros, lo que convierte a España en su principal inversor europeo y el segundo a nivel mundial.
¿Puede la crisis actual entre ambos países poner en peligro estas cifras? Algunos expertos señalan que, por ahora, no hay un conflicto entre las multinacionales españolas y la República Argentina, pero esto podría cambiar si la tarea diplomática no rebaja la tensión intensificada hasta ahora.
Banca, telecomunicaciones y alimentación: en qué sectores tienen más peso
Las empresas españolas con mayor peso en Argentina se concentran en diversos sectores. Uno de ellos es el financiero, y destacan entidades como Banco Santander Río, BBVA Argentina y Abanca. Le siguen las telecomunicaciones, con Telefónica, Inelcom e Hispasat a la cabeza, y el transporte aéreo representado por Iberia.
También destacan las compañías españolas de producción de metalurgia y siderurgia, las del sector hotelero (Meliá y NH Hoteles), la seguridad (Prosegur), los seguros (Ibero Asistencia, de Mapfre), la energía (Naturgy) y la moda (Zara). Asimismo, hay consultoras como Indra y conocidas marcas de cerámica y sanitarios, como Porcelanosa y Roca. De hecho, la lista no se detiene ahí y hay otras multinacionales de alimentación (DIA), cosmética (Isdin), farmacia y química (Laboratorios Q-Pharma), construcción (Dycasa, de Dragados) y del ámbito editorial y de la información (Grupo Planeta y Agencia Efe).
Evolución: expansión desde 1990 y mandato de Cristina Fernández
¿Cuándo aterrizaron las empresas españolas en Argentina? Su presencia se acentuó a partir de 1990 y durante esa década estuvo ligada a la inversión y a la exportación. «Era la época de la dolarización en Argentina y ahí fue cuando entraron empresas como Telefónica, NH Hoteles, Repsol, BBVA comprando Banco Francés y Banco Santander adquiriendo el Banco Río», explica a RTVE.es José María Cubillo, director del Instituto MESIAS – Inteligencia de Marca España y profesor de Economía en la Universidad CEO San Pablo. Después, en 2001, se devaluó la moneda y las empresas que vendían productos de consumo dejaron de hacerlo, lo que frenó la exportación de entidades españolas y moderó su inversión.
Un punto de inflexión en la relación entre el Ejecutivo de Argentina y las compañías españolas fue el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, que duró de 2007 a 2015. «Fue un momento crítico para las empresas españolas porque desde el Gobierno [de Cristina Fernández] se generó deliberadamente una política para deteriorar la imagen de España en Argentina», cuenta Cubillo. Esta iniciativa, según el experto, se tomó para «legitimar» decisiones posteriores como la expropiación de la petrolera YPF en 2012, una filial de Repsol. Esta política del Ejecutivo no hizo que las empresas españolas se fueran del país, pero sí «limitó bastante las decisiones de inversión en Argentina» por la falta de seguridad jurídica, apunta el experto.
Así, la relación de las compañías españolas ha ido fluctuando en función del avance de la economía argentina y, por otro lado, las decisiones de sus Gobiernos. El director del Instituto MESIAS dice que en los últimos años se ha estado tratando de volver a generar seguridad jurídica para generar confianza en las empresas internacionales. «¿Hoy hay crisis entre las empresas y el Gobierno argentino? Yo diría que no», defiende, y asegura que con el mandato de Alberto Fernández —predecesor de Javier Milei—, se estuvo recuperando la imagen de España y sus entidades.
Ahora queda por ver cuál será la ruta económica que seguirá Milei. «Se espera una gran apertura del crédito hipotecario y del crédito a las empresas y, claro, los dos bancos más importantes en Argentina son el BBVA y el Santander», cuenta a TVE Justo Corti, profesor de Relaciones Internacionales de la UNED.
La imagen de las empresas españolas en Argentina
Dentro de la evolución en los últimos años, ha estado presente un elemento que el director del Instituto MESIAS dice que es clave en el presente y de cara al futuro: la imagen que se tiene en Argentina sobre las empresas españolas.
Hay varios factores a tener en cuenta. En primer lugar, muchas entidades españolas llegaron a Argentina adquiriendo compañías que allí eran públicas y llevaron a cabo reestructuraciones y recortes de plantillas que generaron «tensiones» y no siempre favorecieron su imagen. Un ejemplo es el de Telefónica, que participó en la compra de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel) en 1990, dentro de la privatización impulsada por el mandato de Carlos Menem.
Aparte de esto, Cubillo asegura que muchas de estas tensiones se deben a una falta de adaptabilidad de las compañías españolas y de sus directivos al entorno donde operan. «El principal motivo de conflicto que se ha generado históricamente ha sido por el choque cultural. Allí hay una cultura mucho más flexible, horizontal y de autonomía, y la cultura española choca frontalmente con eso», explica. Así, aunque se hable el mismo idioma, los códigos y la forma de operar son diferentes. «En México la percepción de las empresas españolas es muy buena, también en Colombia, pero en Argentina tienen una de las peores valoraciones dentro de toda América Latina», cuenta.
Además, hay una notable diferencia entre la imagen que se percibe allí de España como país y, por otro lado, la de las compañías españolas. «El 94% de los encuestados piensa que España tiene buena imagen, pero la cifra baja al 44% si preguntamos concretamente sobre las empresas españolas», señala el experto. Los datos que cita son fruto de encuestas que realiza el Instituto MESIAS a docentes e investigadores universitarios de economía, administración de empresas y el sector empresarial en Argentina. Si se afina más la pregunta y se pone el foco en los directivos, solamente el 25% de encuestados dice tener buena imagen de ellos. De hecho, esto se traslada al consumo y solo el 50% de encuestados recomiendan a otras personas comprar productos de marcas españolas, según el análisis Imagen de la empresa española del Club de Exportadores e Inversores [ver PDF].
Por tanto, Cubillo apunta que «no es un problema de países, sino de la percepción que se ha tenido de la actuación local de la empresa española por la diferencia cultural», así como la campaña de deterioro de su imagen durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner. «Caló muy hondo y volver a ello puede tener consecuencias muy negativas», defiende. No obstante, recuerda la otra cara de la moneda y asegura que lo que más se valora de las compañías españolas allí es la experiencia, el beneficio económico que puede suponer su inversión y las oportunidades de desarrollo.
España, el segundo inversor de Argentina a nivel mundial
Mirando las cifras, las exportaciones españolas a Argentina han variado en función de la evolución de la economía del país sudamericano, como indica el Ministerio de Exteriores [ver PDF]. Actualmente, España es el segundo país inversor en Argentina, solamente por detrás de Estados Unidos, con una inversión acumulada de más de 18.000 millones de euros.
La balanza comercial es favorable para Argentina, con un superávit —exceso de los ingresos sobre los gastos— de 373 millones de euros. Los principales productos que España exporta son máquinas y aparatos mecánicos (16,6%), automóviles y accesorios (12,1%), petróleo refinado (8,4%), barcos de pesca (1,8%) y fertilizantes (1,2%), según datos del ICEX de 2023. Las importaciones, por otra parte, están concentradas en la soja —harina y aceite— (28,3%) y los pescados y mariscos (25,6%).
¿Podría repercutir el conflicto en las empresas españolas?
Los expertos inciden en que todo dependerá de cómo evolucione la relación diplomática entre ambos países. «De momento es una discusión entre dos personas y entre dos Gobiernos, pero hay que evitar que llegue a la población para que no empiece a pensar que hay un problema entre dos países», indica el director del Instituto MESIAS. No obstante, pone el foco en el riesgo de que «rebrote» el sentimiento de rechazo hacia las entidades españolas que, según indica, se generó durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner. «Llueve sobre mojado», apunta, «y hay que aplicar diplomacia porque si el problema sigue escalando, entonces sí habrá problemas para las empresas».
El sector pesquero, por su parte, teme que la tensión entre ambos países siga aumentando y pueda repercutir en las empresas mixtas creadas en Argentina que capturan la merluza y el langostino que traen a España. «Hay unas importaciones anuales a través del puerto de Vigo de unas 50.000 toneladas, con un valor alrededor de 250 millones de euros», explica a TVE Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo.
Con todo, los expertos tienen claro que no sería conveniente que este conflicto, de momento de tono diplomático, se trasladase al apartado económico. «Ni a un país ni al otro le interesa que esto vaya creciendo», defiende Eduardo Oliveiras, consejero delegado de la empresa HOMT España.
Algunos, de hecho, prevén que la tensión se sosiegue en los próximos meses. «El mercado no cree que la crisis con Argentina se vaya a prolongar mucho tiempo y se espera que se desescale antes de que empiecen a llegar barco de soja en verano», cuenta a TVE Jorge de Saja, director general de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC). En este escenario, la Cámara de Comercio se ha ofrecido para mediar en el conflicto diplomático.
Conflicto diplomático: postura del Gobierno y la oposición
El actual presidente de Argentina, Javier Milei, participó en el acto de Vox Europa Viva 24 este pasado fin de semana donde cargó contra el socialismo y llamó «corrupta» a la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. El Gobierno de España ha mostrado hasta ahora su descontento por las declaraciones de Milei y también por su negativa a disculparse. De hecho, la tensión ha ido creciendo y el Ejecutivo ha retirado de manera definitiva a la embajadora en Buenos Aires.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha recalcado el estrecho e histórico vínculo económico y comercial con Argentina, pero ha indicado que las declaraciones de Milei «generan una situación de inestabilidad e incertidumbre para que puedan producirse relaciones de inversión». Pese a ello, ha dicho que el Gobierno protegerá los intereses de las empresas españolas en el exterior: «Lanzamos un mensaje de tranquilidad a nuestras empresas para que sepan que pueden contar con el Gobierno de España para ayudarles y asistirles, en este caso, en sus relaciones comerciales y financieras en Argentina».
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi también ha recordado que los empresarios españoles tienen intereses «muy grandes» en Argentina y ha señalado que lo que «últimamente falla y falta» es la «lealtad institucional». Ha defendido que los empresarios se reunieran con Milei —que calificó el encuentro de «fabuloso»—, un hecho que la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha tildado de «gran error».
Desde la oposición, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado este miércoles que Sánchez haya puesto «los intereses de España al servicio de los intereses del PSOE» en medio de la crisis con Argentina, y le ha exigido la dimisión del ministro de Exteriores, José Manuel Albares. También ha dicho que la decisión de retirar a la embajadora «perjudica a los españoles que viven allí, a las empresas y a la imagen del país». El líder de Vox, Santiago Abascal, ha acusado a Sánchez de lanzar «un ataque orquestado de carácter diplomático y económico» no solamente a Milei, sino al pueblo argentino «porque quieren impedir su recuperación económica».